Fue hace casi diez años, aun era un niño dispuesto a dejarme llebar por la aventura.
Cerca a San Pedro de los Milagros, mi mamá me llevaba a una finquita la cual se encontraba cerca a la quebrada del pueblo, asi que un dia me propuse conocer donde se originaba la pequeña cuenca cristalina... emprendí pues rumbo por todo el medio de la pequeña y debil corriente con un amigo (y guia), al comienzo era una experiencia super! ya q habian grandes piedras por las q caia el agua y por las q habia q trepar...
Fue un recorrido muy muy largo... salimos a las 10 de la mañana y llegamos a las 7 de la noche, pero claro, si el nacimiento como la mayoria se encontraba casi en el filo mas alto de la montaña.
Algunas cascadas de varios metros de altura tubimos q pasar, cuado ibamos subiendo no era capaz y me salia del cauce y me adentraba en esa selva humeda y hedionda, con los arboles a medio prudrir por la gran humedad del ambiente.
Hubo momentos de hambre, de sed (por lo menos habia agua), de cansancio... a cada paso que daba, sentia que el mundo me pesaba mas... y hubo un momento en el cual paré y me sente con la "seguridad" de no querer seguir, mi compañero que iba mas adelante regreso por mi y me convencio de continuar con una frase que no se me olvida...-venga no demos papaya que por aca hay mucho paraco- como!!! que me dijo!! ahi mismo agarre fuerzas y pa arriba a caminar mas!.
ya casi a las cinco de la tarde el cauce comenzo a disminuir poco a poco... hasta que llegamos al pequeño nacimiento... es muy bacano ver el agua fluyendo gota a gota... por entre las ramitas y entre el musgo... MUY BACANO! pero bueno, ahi no termina la historia, mi amigo siguio subiendo hacia la cima de la montaña y yo no quice... ya no era capaz, asi q emprendi rumbo hacia abajo!! pero ya iba solo, con frio y empezando a oscurecer!... no se como hice de donde saque fuerzas y animos pero baje todas las cascadas por entre la corriente y mucha parte la baje saltando de piedra en piedra... ya desps de mucho caminar llegue a unos pastizales y sali caminando hacia unas casitas y una carretera que se veia a lo lejos... empece a andar por un caminito cuando, tres hombres caminando! hay mismo me dije a mi mismo! -mi mismo nos cogieron los paracos! vida hijuepiiiii!- pero bno el miedo fue infundada, ya q eran campecinos del pueblo y me dijeron hacia donde caminar para llegar a la finquita... desps de meroooo rato caminando llegué y bno ya me canse de copiar chao! espero les haya gustado mi anécdota...
Carlos A. Hernandez Bojanini
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